domingo, 22 de julio de 2012

El Poder que viene solo de Dios







Abre tu canal de poder

“¡Poder! La palabra en sí tiene un sonido mágico. A lo largo de los años, la idea de poder ha sido el mayor propósito en la existencia de muchas personas —una búsqueda incesante por tener poder sobre otras personas, poder en los ramos políticos o religiosos, poder para hacer milagros, para impresionar y mistificar a los demás. ¡Poder, poder, poder! Como el sonido de una sirena, la idea de poder ha atraído a la gente. Y siempre, al final, esas personas que han buscado el poder para su propio beneficio, se han encontrado desilusionadas y frustradas”.

“Verdaderamente, el poder es un don divino, el cual ha sido dado para ser usado bajo la dirección divina solamente. El uso incorrecto de este poder dado por Dios traerá como resultado desaliento o hasta desastres. Mas el poder, usado correctamente bajo la guía del Cristo, el Ser Divino en toda persona, puede lograr bien sin medida —mayor bien que el que podemos imaginar en la actualidad”.

“El poder, hemos de entender, no es en sí un fin, no debe ser una meta. Por el contrario, es sencillamente un don que nos ayuda a lograr como resultado la manifestación de las ideas de Dios aquí en la Tierra. No debe ser usado egoístamente para nuestra satisfacción personal, sino que debe utilizarse para el desarrollo espiritual de todo nuestro ser. Nunca debe ser ejercitado para controlar a otros, sino que debe usarse para ejercer dominio sobre nuestros pensamientos y sentimientos de manera que podamos lograr una realización mayor de la Conciencia-Divina. Es un don de Dios, y como tal debe ser respetado y utilizado para establecer más de Su bien y Su reino aquí en la Tierra”.

“El poder es uno de los 12 atributos del ser humano, el cual debe ser despertado por nuestro Ser mayor y desarrollado como parte de nuestra naturaleza divina. Es un don importante que tiene que usarse en conjunto con los otras 11 cualidades del ser”.

“El poder es esa energía vital que tiene su centro en la garganta, en la raíz de la lengua. El poder espiritual fluye en nuestro cuerpo desde el centro Crístico en la coronilla de la cabeza y es liberado como una energía radiante gracias a su centro en la garganta. Liberamos esto poder cuando hablamos palabras positivas y enérgicas de la Verdad.

“La primera manifestación de poder espiritual aviva nuestro deseo de compartir con otros la Verdad que hemos descubierto. Mas sólo podemos servir como canales de poder, No podemos guardarlo para luego compartirlo. Hemos de mantener abiertas tanto la entrada como la salida de poder, si deseamos que dicho poder esté disponible para nuestro uso”.

“Al mantener la entrada abierta —gracias a la oración y al permanecer receptivos a Dios— somos llenados de dicho poder para ser los canales que manifiestan su bien en el mundo”.
 






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